Autor de Editorial Albada
“El santo de la vida ordinaria” es el retrato inequívoco y conciso que de san José María Escrivá hizo otro santo, Juan Pablo II, cuando lo canonizó en 2002. Escrivá (Barbastro, 1902) funda el Opus Dei en 1928 para promover en todos los ámbitos el encuentro personal con Cristo en el trabajo, la vida familiar y las actividades cotidianas. Hasta su muerte (Roma, 1975), dedicó todas sus fuerzas a esta tarea, superando con empuje y buen humor las incomprensiones y adversidades que esta propuesta generaba. El Papa Francisco lo ha evocado como “precursor del Concilio Vaticano II al proponer la llamada universal a la santidad” y difundir por todo el mundo la convicción de que “el creyente, en virtud del bautismo que lo incorpora a Cristo, está llamado a colaborar con su trabajo diario a la salvación de la humanidad.”